Sunday, November 8, 2009

"MI HISTORIA......."

Cada historia se va escribiendo por etapas diferentes de la vida, etapas felices, etapas tranquilas, etapas tristes y difíciles, pero todas son etapas importantes de aprendizaje por medio de las cuales nos desarrollamos. La buena salud y la serena sensación de estar a salvo nos puede llegar a parecer algo merecido y natural, y cuando desaparecen nos sobreviene un sentimiento de injusticia.


Antes de saber que podría morir, porque el cáncer crecía dentro de mi cuerpo, vivía una vida feliz, plena, recién casada, no me podría ir mejor. En esa época, las palabras tenían un significado diferente al que tienen ahora, el miedo lo desconocía y la determinación era una parte de mi vida cotidiana.

El dia que me dijeron cáncer, como lo dije antes fue una pausa en mi vida…todo se paro alrededor mío... Fueron horas de cambiar tantos planes. Pero la mas difícil fue cuando comencé a buscar información acerca de la enfermedad, leer los promedios de vida, el numero de muertes, el índice de recuperación y el numero de reincidencias era aterrador. No me quería convertir en un simple numero mas. Estaba muy confundida y no sabia como afrontar mi nueva realidad.


Y es el momento que te das cuentas que hay solo una persona que te puede sanar y que de el dependemos todos. Ore tanto, y se que el me escucho. Tuve tantas dudas y preguntas, le suplique al padre para que puediera tener paz en mi alma y que sea lo que sea que estuviera pasando, no fuera tan grave.

Siempre trate de ser fuerte ante mi familia los primeros meses, pero cuando podía estar sola, o en la madrugada ya en mi cama…eran las horas que mas le suplicaba al padre. Porque lo necesitaba, necesitaba su consuelo, necesitaba saber que todo iba a estar bien. Lloraba hasta derramar la ultima lagrima. Ya que pensaba que al hacerlo, no se formaría un nudo en mi garganta cada vez que veía a los que estaban alrededor mío...


Antes de comenzar la quimioterapia, fue necesario que se me instalara un puerto de distribución en mi pecho por donde se me distribuiría los químicos. Mientras la enfermera me explicaba todo el procedimiento. Sentía que no quería estar ahí, no tener que ser internada en el hospital y además del dolor de esta operación, añadiría otra cicatriz a mi cuerpo.

Fue un total de 12 quimioterapias, una vez cada dos semanas. En ese tiempo me cuestionaba que me mataría primero si el cáncer o la quimioterapia. Las nauseas, los vómitos, el asco, el cansancio, el sueno, los dolores en las piernas, fiebres o la complicación de mis pulmones eran parte de esto. Las sensaciones que experimente durante esos meses fueron muy duras tanto físicas como emocionalmente.


Durante estos meses, era interesante escuchar de las personas que me veía bien. Pero la verdad fueron meses difíciles, mi esposo y mis padres solo lo saben. Desde exámenes, biopsias y cirugías dolorosas. Así también escuchar a las personas decirte: “Es solo pelo, te va a volver a salir”, y así es. Pero en ese momento para una persona con cáncer no es solo pelo, es la representación física mas real y visible de la enfermedad. Mi calvicie equivalía a “Tengo Cáncer”.

Después de un tiempo entendí el proceso de esta enfermedad, primero la incredulidad, el miedo, la consternación, después la angustia y el enojo y finalmente el proceso de la aceptación y la lucha para seguir adelante.


Cuando deje de hacer tantas preguntas, y aceptar la voluntad del padre. Es cuando comence a ver las cosas de una diferente perspectiva. Y me di cuenta de todo lo que tenemos alrededor de nosotros y no lo valoramos. Por el tratamiento deje de saber lo que realmente la comida sabe. Lo que es correr y hacer ejercicio. Lo que es poder oler. Lo que es bailar, lo que es cantar, etc. Realmente llegue a valorar las cosas por mas insignificantes que se pudieran ver. Hay tantas cosas que nos enfocamos tanto en la vida y ni siquiera son tan importantes.

Ya al no tener mi pelo, siempre le decía a mi madre, que no me acordaba como era antes.
Siempre me miraba al espejo, y era tan difícil recordar como era antes. Y muchas veces llore por eso. Pero me di cuenta que la belleza puede desaparecer en cualquier momento, y lo que queda es la belleza interior.


La vanidad es simplemente una palabra de seis letras. Ciertamente no tan importante después de uno tener cáncer. Admito que la vanidad jugaba un rol esencial en mi vida previo a mi diagnostico. Pero hoy hay algo mas importante que la vanidad, es levantarme cada mañana y darme cuenta que estoy viva. No quiero perder peso solo por verme súper delgada y por ser aceptada en esta sociedad llena de presiones. Pero quiero perder peso y alcanzar el peso ideal por tener una buena salud. No quiero un bronceado. Quiero una piel libre de cualquier daño. Mi ropa? No quiero ropa tan ajustada, solamente que me quede y en la cual este cómoda. Es desde ese momento que aprendí a disfrutar las cosas simples de la vida.

Como les dije antes comencé a ver la vida de una manera diferente. Yo pensé tener planeado todo, pensé que no era tiempo de tener hijos, ya que quería terminar la escuela, viajar, talvez por no perder la figura, etc. Pero cuando aparece la minima posibilidad de que talvez no puedas tener niños. Cambias de parecer, ya que realmente te das cuentas de lo mas importante, del propósito por el que viniste a esta tierra. Ahora quiero tener mi familia, tener una panza súper grande, ser una súper mama. Brindarles el tiempo que ellos necesiten y gozarlos. He llegado aprender que muchas personas pasan por tu vida, como amigos, conocidos etc., pero los que al final se quedaran a tu lado será tu familia…y los amigos verdaderos.


Al terminar la quimio, comencé con los tratamientos de radiación, una sesión diaria por veinte días. Mientras esperaba mi turno para pasar en una sala donde habían otros pacientes esperando su turno. Siempre me encontraba con mis amigos del mismo dolor en esta sala, a esa exacta hora. Con el paso del tiempo comenzamos hablar de nuestras experiencias. Conocí gente con un problema mucho menor al mio y gente en condiciones mas graves. También me di cuenta que el cáncer es una enfermedad que ataca indiscriminadamente, que no distingue ni sexo, ni edad, ni posición social, nada.

Fue un gozo despedir a la primera señora que terminaba su tratamiento. Esa fue una de las muchas celebraciones, ya que cada vez que uno de nosotros se “graduaba” todos los demás festejábamos.
Yo me gradúe también, y fue una felicidad inexplicable. Claro no me han dicho que no tengo cáncer, hasta el próximo chequeo que tendré en Enero. Pero la fe de saber que voy a estar bien, me llena de esperanza.


Mi vida no ha sido fácil, ni mi búsqueda sencilla pero esta enfermedad me abierto los ojos del alma, ya que cuando a la muerte se la ve de cerca cambia la perspectiva de la vida.

Con esta enfermedad he aprendido mucho. He entendido lo que es la verdadera amistad, el amor desinteresado, la compasión, la ayuda, el apoyo, la esperanza, una actitud positiva y he descubierto que el amor realmente mueve al mundo. Me he llevado gratas sorpresas y alegrías y aunque me decepcione de algunos seres egoístas prefiero ver lo bueno y no lo malo dentro de cualquier situación y aprendí mucho de incluso de ellos. Ya que muchas veces juzgamos y criticamos pero no lo hagamos, ya que no conocemos las verdaderas circunstancias de los demás.

Si bien, esta fue realmente una etapa difícil, fue también la etapa que mas bendiciones, oportunidades de crecimiento y satisfacciones personales me ha brindado. Fue un tiempo por el que estoy eternamente agradecida a la vida.


Quiero pensar que nunca mas volveré a vivir algo como lo que he vivido, pero no voy a pasar mi vida preocupándome por lo que vendrá mañana. Ahora vivo el dia a dia porque estoy convencida de que mi iré de este mundo únicamente cuando el Padre lo quiera, ni un momento antes, ni un momento después. Y a la hora de mi partida quiero estar segura de que viví una vida plena y que mi alma se va llena de amor y de riquezas espirituales que acumule a lo largo del trayecto en esta tierra.

Pero la conclusión es que Normal, es una cosa mas del pasado. Y parte de ella deseo dejarla atrás. Ya que deseo vivir cada dia como el ultimo. Muchos de ustedes pensaran que estoy loca, pero el cáncer puede ser horrible, pero ala misma vez maravilloso.


Ya que el cáncer no puede paralizar el amor, no puede destruir la esperanza, no puede corroer la Fe, no puede destruir la paz, no puede acabar con la Amistad, no puede ocultar nuestros recuerdos, no puede silenciar nuestra valentía, no puede invadir el alma, no puede vencer el espíritu y lo mas importante es que no puede quitar la vida eterna.

Amo a la vida y le agradezco al Padre Celestial por haberme dejado vivir esta etapa difícil, porque en un año de lucha aprendí mas que en muchos años de gozo.

"EL VIAJE POR EL CANCER"


1. El viaje por el cáncer
La incredulidad, la pena, la duda, la caída, el enfado, la broma, la negociación, la aceptación, apretar los dientes, harto de la enfermedad, el dolor, la derrota. ¿Por qué yo? ¿Por qué ahora? Estoy viviendo, pero a la misma vez estoy muriendo. Quiero vivir y escapar, quiero morir para escapar.
Mientras el tiempo pasa, la noche sigue al día, y el día sigue a la noche: un ciclo natural sin principio, sin fin y sin vacíos. El ciclo de la vida continúa sin interrupción, o al menos así debería ser. De repente llega una enfermedad, no invitada, no explicada. Me encontré a mí misma atrapada entre la vida y la muerte, la luz y la oscuridad, desterrado a un lugar desconocido: entre la noche y el día. La enfermedad entró en mi vida por la fuerza, donde no había espacio para ella. La llegada de este mal robó un lugar y un tiempo que debían haber sido destinados a mejores asuntos.

2. La Pausa
Todo el mundo continúa con su vida mientras se pulsa el botón de pausa a la imagen en el vídeo de mi vida. Espero, solo para descubrir si tengo cáncer u otra cosa. ¿Caeré a la tierra, o me recogerá alguien a tiempo? ¿Habré sido recogida a tiempo?
Así que ahora tengo un diagnóstico. La enfermedad de Hodgkin. Llamémosle cáncer. Nunca he oído hablar de eso. Muerte y enfermedad son temas tabú, incluso teniendo en cuenta que eventualmente a todos nos llegará el día. ¿Quién no tiene miedo, quién no encuentra difícil hablar a alguien que sabe que podría morir? No estaba preparada, ni mi esposo, ni mi familia, ni mis amigos.

3. La Perdida Pero La Vida Sigue
Pasé del diagnóstico al tratamiento. Dalila cortó el pelo de Sansón y debilitó su fuerza. Mis médicos no necesitaron cortar el mío: la quimioterapia me lo hizo caer, y mi fuerza cayó con él. El trayecto de la enfermedad no es sólo la parte física, sino también la respuesta emocional. Espero que alguien no se asuste de mí, ni sienta lastima.
Recibiendo el tratamiento, mi vida se ha fosilizado. Las vidas de todos los demás progresan, van hacia adelante. Veo cómo la vida sigue para todo el mundo salvo para mí. No puedo bailar, ¿dónde está mi fuerza? Quizá un día, cuando todo esto acabe, pueda recuperar mi fuerza emocional y física y salir a bailar una vez más con mi esposo. En esta vida todo es consumo. ¿Quién puede creer en lo que va a ocurrir? Yo no, todo me parece un sueño. No puedo creer lo que ocurre. Extraño. Pero hay una razón, algo o alguien aprenderá de todo esto. Así que fíjate en las estrellas y pide un deseo. Quizá se convierta en realidad. Ojala!

4. Llévame por Aquí!
Esta enfermedad invadió mi vida, me golpeó, me hizo perder el equilibrio, sentirme fuera de control. Ya no siento la fuerza y dirección que una vez tuve, soy sólo una pasajera pasiva, siendo llevada a dondequiera que esos brazos me lleven. Pero aún siento una necesidad de dirigir mi vida, de sentirme autosuficiente, así que, por favor: "llévame por aquí".
Cielos, estoy tan cansada de todo, sólo quiero caer en tus brazos y no pensar más en esto. Llévame lejos, ayúdame a visualizar algún sitio maravilloso, lejos de todo, algún lugar donde pueda descansar un tiempo y quizá soñar que esto no me está ocurriendo a mí. Descansar es una parte esencial de la recuperación del cuerpo y el alma, y ambos requieren nutrirse por igual. La música, leer libros, manualidades, trabajar..me alimentan interiormente. Pero especialmente el amor de mi esposo y mi familia levantaron mi ánimo.

5. Entre Nosotros
No sé a dónde me llevará la vida. No sé cómo se retuerce el río o dónde están los rápidos. La radioterapia dio por terminado mi tratamiento, pero mi viaje está lejos de finalizar. Mi cáncer parece haberse ido, pero aun no lo me han confirmado. No hay certezas, y de vez en cuando un nuevo dolor provoca el pánico, en mí y en la gente a la que quiero. Mi cuerpo puede que esté curado, pero llevará tiempo ajustar los cambios en mi vida y recuperar mis emociones.